Un paseo especial con Arianne

Llegamos al puerto, me encantaban ese tipo de sitios, me senté en el muelle y esperé a que ella hiciera lo mismo.

-Me encanta huelo a sal, pero parece que todo es posible-

me senté junto a él y aspiré lentamente

- es precioso - dije con una sonrisa

-No tanto como tu- sonreí y me rasqué la cabeza- se que suena a típica frase cursi, lo siento-

rio y le abrazo

- y pensar que no queria volver a la tierra...

me apoyo en su hombro y miro al horizonte mientras el sol arranca destellos cobrizos de mi pelo

- mmm ¿te parece bien una sesion de vuelo? - pregunto estirando las alas - hace mucho que no vuelo en compañia y lo echo de menos

Sonreí y hice que se desplegaran mis dos alas blancas, le sonreí.

-Como quieras, pero te advierto de que no se me da muy bien eso de volar en compañía-

rio y le doy la mano, elevandonos con una sonrisa

- seguro que se te da bien, confio en ti - digo elevandome cinco metros del puerto y dejando que la luz se proyectase en mis alas creando una gran sombra negra a mi alrededor, desprendiendo reflejos de fuego.

solté a Mathias y me dejé caer hasta la superficie del agua, donde me hundi con un ligero chapoteo y despues de un rato buceando sali y sonrei a el ángel

- ¿te apetece un bañito? - dije guiñandole un ojo

Me acerqué al agua sin llegar a meterme.

- Sabes estas seductora así- dije besándola

- en serio? - dije abrazandome a su cuello

di un par de aleteos para salir pero como mis alas estaban mojadas no pude alzar el vuelo y arrastré a Mathias al agua

- lo siento - digo encogiendome inocentemente de hombros

Guarde mis alas, y me pegue más a ella.

-Mis ropas están muy mojadas- sonreí y la besé- a ti te lo perdono-

- ten cuidado con lo que perdonas - rio - soy un demonio y lo volveré a hacer siempre que pueda

le abrazo mateniendome a flote con las alas y le doy un largo y apasionado beso

- ¿me perdonas? - digo con una sonrisa

-Mmm... pero quiero otro de esos- dije besándola, mordiéndole el labio

rio dulcemente y le sonrio, mordiendo levemente su labio.

le beso recorriendo sus labios con la punta de mi lengua y sintiendo su aliento. me separo mordiendome una uña

- ¿era eso lo que querias? - digo inocente

-¿Puedo repetir- dije acercándome a ella- por... favor-

suspiro y ruedo los ojos

- como resistirme a alguien como tu - dije despeinandole y volviendole a besar lentamente

-Tu sabrás- dije besándola, y mordiendo el labio suavemente. Mientras le acaricia el pelo dulcemente

rio y nado un poco

- ¿tal vez huyendo? - le digo encogiendome de hombros a tres metros de él.

me senté en una roca que sobresalia y dejé que mis alas negras se secasen a la luz del atardecer

-Si es lo que quieres- dije sumergiéndome en el agua

- ¡no! - dije alarmada el verle sumergirse

al ver que se metia en el agua me tiré de cabeza y bucee un poco para buscarle, no nadaba lo suficientemente deprisa como para poder recorrer todo el territorio

me metamorfosee creando dos alas enormes a mi espalda, mucho mas grandes que las de los ángeles y de un profundo color negro, cuando al fin vi a Mathias supiré aliviada y me acerqué a él con dos potentes aleteos, le agarré de la camiseta y le saqué a la superficie

- no vuelvas a hacer eso - le regañé tocandole la nariz con un dedo

La mire con ternura y la abracé.

-No me va a pasar nada, tranquila-

- ¿tranquila? - dije escéptica - no me digas que esté tranquila y menos cuando tu te vas por ahid ejanodme sola - le regañe con voz incoente

-Ahora tan inocente como un ángel, ¿no?- sonreí- ¿quieres saber cual es mi don?- dije alzando una ceja- así te quedarás más tranquila, ¿no crees?-

- adelante - dije con una sonrisa - enseñame tu don

rocé sus labios y me aparté de él para que pudiese mostrarmelo

Dibuje una sonrisa torcida y pegué un chillido, temía por la seguridad de Arianne, pero sabia que ella estaría bien. Entonces después, le di un puñetazo al agua que hizo que saltara por los aires.

-No es tan sutil como el tuyo- sonreí

rei y bromee haciendome la superior

- por supuesto, yo soy mucho mas elegante que tu - dije con una gran sonrisa


sonrei y agarré a Mathias de la camiseta, arrastrandole por el agua hasta la roca donde antes habiamos estado y besandole con necesidad, una chispa ardiente habia saltado en mi y no podia dejar de pensar en sus labios, en la necesidad de rozarlos...

Le seguí de la forma en la que ella me besaba, no podía parar, y notaba como ella tampoco.