Andaba por las calles desconectando, de todas esas cosas que me comían sin remedio la cabeza. El aire acariciaba mi rostro y movía mi pelo rojo. Estaba harta, cansada, no podía más.... todo me comía la cabeza... el dolor, el sufrimiento, dejaban de ser agradables para mí, ¿o debería decir desagradables?
Me sente en un banco y deje que todo se fuera de mi cabeza.