Podía olvidar miles de fechas, pero nunca iba a dejar de tener presente el día en que había dejado de pertenecer a mi mundo, el día en que decidieron que ya no podría pisar el lugar que había sido mi hogar durante tanto tiempo... Y todo por enamorarme de la persona equivocada. Y aquel día se cumplian 97 años de aquel hecho.
El bosque era bastante espeso, aunque se me hacía facil adentrarme en él cada vez más. 97 años no eran suficientes para olvidar, si es que en realidad se podía olvidar. Extrañaba a quienes habían sido mis amigos, las costumbres de allí, los aromas, los paisajes, nunca iba a encontrar algo así en la tierra.
Encontré lo que parecia ser la raíz de un árbol que ya no existía, me acerqué con paso lento y me senté allí, dejando que los sonidos y los aromas del bosque lleven mi mente hacia otro lado, tratando de no pensar en las cosas malas que había hecho.